El acné puede tener un impacto significativo en la salud mental de una persona, provocando estrés, ansiedad y depresión. Los estudios han demostrado que las personas con acné tienen más probabilidades de experimentar aislamiento social, baja autoestima y dismorfia corporal.
Maneras basadas en evidencia para manejar el estrés y la ansiedad relacionados con el acné
Se ha descubierto que la terapia cognitivo-conductual (TCC) es eficaz para reducir la ansiedad y la depresión relacionadas con el acné. La TCC ayuda a las personas a identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos relacionados con el acné.
También se ha demostrado que la reducción del estrés basada en la atención plena (MBSR) es eficaz para reducir el estrés y la ansiedad relacionados con el acné. MBSR enseña a las personas a estar más presentes y aceptar sus pensamientos y emociones.
El ejercicio regular y una dieta saludable también pueden ayudar a controlar el estrés y mejorar el bienestar general, lo que a su vez puede ayudar a reducir la ansiedad relacionada con el acné.
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